Las explosiones en las empresas, a pesar de que no son muy frecuentes, aquellas industrias que poseen una fuente potencial de este tipo de riesgo deberán de establecer las medidas adecuadas de prevención de explosión.
Una explosión es una liberación brusca de una gran cantidad de energía, de origen térmico, químico o nuclear, encerrada en un volumen relativamente pequeño, la cual produce un incremento violento y rápido de la presión, con desprendimiento de calor, luz y gases. Va acompañada de estruendo y rotura violenta del recipiente que lo contiene.
En el libro Técnicas de prevención de riesgos laborales: seguridad e higiene del trabajo, José María Cortés Díaz define una explosión como: la expansión violenta y rápida, de un determinado sistema de energía, que puede tener su origen en distintas formas de transformación (física o química) acompañada de un cambio de su energía potencial y generalmente seguida de una onda expansiva que actúa de forma destructiva sobre el recipiente o estructura que lo contiene.
Este autor también clasifica las explosiones como:
- a) Explosiones físicas: son las motivadas por cambios bruscos en las condiciones de presión y/o temperatura, que origina una sobrepresión capaz de romper las paredes del recipiente que lo contiene.
Este tipo de explosión presenta como resultado una proyección al exterior de trozos de material del recipiente destruido y la salida al exterior de la sustancia contenida, dando lugar a riesgos para las personas y equipos.
Los equipos que pueden presentar explosiones físicas son los recipientes sujetos a presión que están sometidos al fuego, por ejemplo, las calderas y los otros son los recipientes sujetos a presión que si están sometidos al fuego, por ejemplo, las torres de destilación, los compresores, tuberías, cilindros para gases comprimidos, tanques a presión, reactores etc.
- b) Explosiones químicas: son las motivadas por reacciones químicas violentas, por deflagración o detonación de gases, vapores o polvos, por descomposición de sustancias explosivas o por deflagración de polvos.
El que se pueda generar una explosión en algún centro de trabajo representa un riesgo para todo el personal de dicha empresa, así como para la población en general que viva cerca del lugar.
Existen varias causas que pueden provocar que se genere una explosión y para que esto surja se requiere de la presencia de sustancias inflamables, por ejemplo, gases, vapores, líquidos inflamables entre otros.
También existen trabajos en los que se requiere provocar explosiones, por ejemplo las personas que trabajan en las minas y necesitan hacerlas más profundas, o en las plantas nucleares, de igual forma todos esos trabajos están expuestos al riesgo de explosiones, es por eso que todo el personal debe estar bien capacitado para realizar sus actividades.
Para estos tipos de explosiones que se pudieran presentar en cualquier empresa también existen medidas de seguridad. Para la prevención de las explosiones físicas es muy importante verificar el diseño, construcción, la instalación, inspección, el funcionamiento y la manera de reparación de los equipos.
Para la prevención de las explosiones químicas es necesario el aislamiento de las fuentes de activación o ignición y separar las plantas de proceso o las instalaciones que tienen riesgo de explosión de las demás instalaciones.
Es muy importante tener en cuenta que en cualquier empresa existe el riesgo de explosiones, pero el riesgo es más alto cuando se trabaja con recipientes sujetos a presión o con los equipos antes mencionados. Es por eso que se deben seguir al pie de la letra los procedimientos establecidos para trabajar con los equipos, darles mantenimiento preventivo y correctivo y hacer revisiones periódicas para verificar que no tengas fugas, golpes etc.
Fuente: blogseguridadindustrial.com